Inspirado por las palabras de Jesús: “VELAD y ORAD”, el P. Caffarel pidió a los Equipos de Nuestra Señora, allá por los inicios de la década de los años 60 del siglo XX, que crearan un grupo para facilitar la realización de la oración por las intenciones de los demás hermanos.

“Interceder es verdaderamente dejar a Dios realizar en nosotros, con nosotros, su designio de salvar a todos los hombres. La inquietud por la salvación del otro es una de las responsabilidades más importantes que se le haya confiado a los hombres”,

 padre Henri Caffarel.

Así nacieron LOS INTERCESORES en nuestro Movimiento. Con esa disposición a estar “en vela”,